El Clima en San Lorenzo - Paraguay

jueves, 24 de septiembre de 2009

Chistes!

Un paraguayo estaba en Buenos Aires observando El Obelisco; en eso se acerca un gaucho:

"Che paragua, ¿qué hacés, boludo?"

"Estoy mirando El Obelisco".

El argentino, que estaba con ganas de molestar, dice en tono fanfarrón:

"Sabés una cosa, paragua, este obelisco es un monumento a la verga de mi padre".

El paraguayo se queda observando admirado El Obelisco; saca una cinta métrica y comienza a medir el diámetro. Otra vez se acerca el gaucho con ganas de joder:

"¿Y ahora qué hacés, paragua?"

"Estoy midiendo la concha de tu madre".



-- Un excéntrico millonario compra una momia egipcia en un millón y medio de dólares, y decide certificar su autenticidad. Para eso, la manda al Museo de Egiptología de Texas. Allí, tras algunas pericias infructuosas, se declaran incompetentes y le recomiendan que la lleve a la Universidad de París.

El tipo la lleva a París, donde le dicen lo mismo y le recomiendan que vaya a Egipto.

El millonario entonces se va con la momia a Egipto. Recorre el Museo de El Cairo, la Academia de Antropología, la Academia de Historia y nada. Cuando está saliendo del último museo se le acerca un ordenanza y le dice:

"¿Usted quiere averiguar todo sobre esa momia?"

"Sí."

"Bueno, yo le voy a dar una dirección, pero por favor usted no diga que se la dí yo. Mire, vaya a la Policía Federal en Buenos Aires, en la Argentina. Pida hablar con este Sargento, él lo va a ayudar."

El tipo va a la Argentina, se dirige al Departamento de Policía y pide hablar con el Sargento indicado por el ordenanza egipcio.

"Mire, me dijeron que hable con usted, que me iba a poder ayudar... Yo quiero averiguar lo más posible sobre esta momia."

"Déjemela y venga dentro de un par de días."

El millonario vuelve a los tres días totalmente desesperanzado y le pregunta al Sargento:

"¿Y? ¿Cómo va la cosa?"

"Mire, se trata del Rey Thor IIX, tío abuelo de Tutankamon, que vivió en los años 1300 a. de C. Había sido amante de la esposa del abuelo de Tutankamon y por esto se peleó con su hermano muriendo en la lucha y dejando el reino a su sobrino, el padre de Tutankamon. Además, también parece que era un depravado porque intentó violar a su hija. De chico sus padres le pegaban, lo que lo marcó para toda su vida y..."

"Pare, pare. ¿Cómo averiguó todo esto?"

"Al principio costó un poquito, pero cuando lo apretamos enseguida largó todo."

---Llegan un hindú, un judío y un argentino a un hotel de un pueblito y piden un cuarto para tres.

"Sólo me queda un cuarto, que es para dos, pero si no les incomoda, tengo espacio en el establo para uno se duerma ahí".

Los tres individuos deciden tomar el cuarto y en eso dice el hindú: "Si quieren, yo me voy a dormir al establo y ustedes duermen en el cuarto".

A los cinco minutos tocan a la puerta del cuarto:

"¿Quién es?"

"Soy el hindú, lo que pasa es que en el establo hay una vaca, y como es un animal sagrado para nosotros, no puedo dormir donde duerme una vaca".

En eso, el judío dice: "No se preocupen, si quieren, yo me duermo en el establo".

A los cinco minutos tocan a la puerta del cuarto: "¿Quién es?"

"Soy el judío, lo que pasa es que en el establo hay un cerdo, y es un animal desagradable para nosotros, no puedo dormir donde duerme un cerdo".

En eso, el argentino dice: "No se preocupen, yo me ire a dormir al establo".

A los cinco minutos tocan a la puerta: "¿Quién es?"

"Somos la vaca y el cerdo".


En un vuelo había 21 pasajeros: 20 argentinos y un paraguayo. Por defectos en los motores y en el avión, se resuelve que tiene que tirarse un tripulante para salvar al resto. Cuando estaban deliberando, el piso se desgarró, quedando todos los pasajeros colgados del techo. Entonces el paraguayo dice:

"Como yo soy el único paraguayo y ustedes son mayoría, mejor me tiro yo y salvo la vida de los demás."

"¡Bravo! ¡Loable!", gritan los otros a coro.

"Pero antes... quiero decir unas palabras..."

"¡Rápido, hombre, que se cae el avión!"

"¡Un aplauso por mi gesto tan valiente!"

"CLAP CLAP CLAP..."



---Estaba San Pedro recibiendo a las almitas en el paraíso: "Ven hijo ¿de donde eres?"

"Ecuatoriano, San Pedrito."

"Pasa hijo al paraiso", dice San Pedro.

Llega otro: "Ven hijo ¿de donde eres?"

"Chileno San Pedrito."

"Pasa hijo al paraiso," dice San Pedro.

Llega otro: " Ven hijo ¿de donde eres?"

"¡Argentino, por supuesto!"

San Pedro se queda pensando y le dice:

"Pasa hijo... ojala te guste."



--- Para un argentino frente a un edificio con espejos y se dice en voz alta:

"¡Qué pinta tiene el nene!"

Sigue caminando y se encuentra con su novia, una rubia despampanante, y vuelve a balbucear: "¡Qué novia tiene el nene!"

Sube a su Ferrari rojo y dice otra vez:

"¡Qué auto tiene el nene!"

Llega a su casa y encuentra a su hermana, que es monja de la Orden de las Esposas de Cristo. Entonces, eufórico comenta:

"¡Qué cuñado tiene el nene!.


--- Un Argentino se encuentra con otro, que es su conocido, entonces le pregunta:

"Che, ¿tenés un encededor?"

"Esperate busco", responde el otro y empieza a buscar en los bolsillos del pantalon, en el de la camisa, los bosillos del saco y sigue tocándose mientras le contesta al otro:

"Mmm che, parece que no tengo encendedor... ¡pero que bueno estoy!



--- Un psicólogo venezolano llama a un colega a las 2 de la mañana:

"¡Tienes que venirte para mi consultorio inmediatamente!"

"¿A las 2 de la mañana?"

"¡Es que tengo un caso único aquí!"

"Pero... ¿de que se trata?"

"¡Tengo un caso de complejo de inferioridad!"

"¿Estas loco?... ¡yo atiendo a MILES de pacientes así, todos los días!"

"Sí, sí... pero... ¿argentino?"


--- Un argentino manejaba un taxi en el exterior. Se sube una chica muy bien dotada por la naturaleza y le pregunta:

"¿Llega al Metro?"

Y el argentino, agrandado le dice:

"Al metro no llegará, pero que vas a gozar, eso te lo aseguro..."


--- Dos argentinos llegan a Lima un día domingo, y se van a misa. El párroco los escucha conversando, y comienza su misa:

"Hermanos... ustedes saben que María Magdalena era una ramera, una pécora, la única que hizo dudar a nuestro señor Jesucristo... pues bien, ¡María Magdalena era argentina!"

Los dos argentinos se miraron indignados y decidieron regresar el siguiente domingo a misa. Ese día, el párroco empieza su sermón:

"Hermanos... cuando nuestro señor Jesucristo fue acusado, Poncio Pilatos decidió condenarlo y se lavó las manos... pues bien, ¡Poncio Pilatos era argentino!"

Irritados, los dos argentinos se fueron a buscar al obispo y le contaron lo sucedido. Este aseguró que reprendería al cura ese mismo día. Satisfechos, los argentinos regresaron nuevamente a misa, y se sentaron en primera fila, esperando:

"Hermanos...", dijo el cura. "Hoy vamos a hablar de la última cena... Jesús al saberse traicionado les dijo a sus apóstoles: Yo sé que uno de ustedes me traicionará mañana... uno de ustedes que hoy come conmigo me venderá por monedas de plata... y ese uno ¡eres tú, Judas! Entonces Judas se paró y dijo: ¡Che Jesús, cada vez que tomás te la agarrás conmigo!"

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